Las gambas al ajillo son un plato muy popular en el sur de España, y no hay bar en Andalucía donde no las puedas encontrar. Suele ser un plato caro y escaso, por lo que muchas veces nos quedamos con un poco de hambre u optamos por pedir otro plato más contundente.
Sin embargo, hacerlas en tu casa te va a resultar una tarea extremadamente sencilla de realizar. También te será mucho más barato y, si te aseguras de usar ingredientes de primera calidad, te quedará más rico que en la mayoría de los restaurantes.

Gambas al ajillo
EQUIPAMIENTO
- 1 cazuela de barro
INGREDIENTES
- 10 gambas blancas frescas
- 2 ajos
- Cayena al gusto
- 50 ml de aceite virgen extra
NUTRICIÓN
Cómo hacer unas buenas gambas al ajillo
Coge las gambas frescas y pélalas al completo, añadiendo un poquito de sal al gusto. Asegúrate de, si las usas congeladas (cosa que no recomendamos), meterlas en agua previamente para que se descongelen y se puedan freír.
A continuación, coge los dos ajos, pélalos y pártelos en trocitos pequeños.
Una vez tengas preparados todos los ingredientes, coge la cazuela de barro y échale el ajo troceado, las cayenas y los 50 mililitros de aceite. Cuando lo hayas hecho, pon la cazuela a fuego alto.
Cuando veas que el aceite está burbujeando y que el ajo está tostadito, echa las gambas a la cazuela durante tan solo 20 segundos a fuego alto.
Una vez pasado el tiempo, apaga el fuego, coloca un pequeño plato sobre la cazuela para que las gambas puedan conservar el calor y retírala.
Coge la cazuela de barro con cuidado para no quemarte y ya tendrías tus gambas al ajillo listas para ser comidas en la propia cazuela.
Cómo acompañar las gambas al ajillo
Las gambas al ajillo suelen servirse como entrante en las comidas, ya que apenas llenan y suelen entrar muy pocas. Aun así, estas pueden llegar a saciar más de lo que parece.
Normalmente, se sirve pan tostado para untar con el propio aceite de las gambas al ajillo. Gracias al ajo y a la cayena, el aceite tendrá un sabor muy rico y especial, que te recomiendo que pruebes a toda costa.
Y eso sería todo, estoy seguro de que, si sigues estos pasos, te van a quedar unas gambas al ajillo estupendas. Recuerda intentar usar productos frescos y de buena calidad para que su sabor sea todavía mejor.
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